Se puede recuperar un centrifugado silencioso simplemente ajustando correctamente la nivelación de las patas y activando la función de calibración del tambor
Tener una lavadora moderna y aun así sufrir un estruendo en cada centrifugado es una de esas contradicciones domésticas que desesperan. Muchas veces el problema no está en una avería grave, sino en pequeños ajustes olvidados desde el primer día de instalación.
En las lavadoras Samsung, donde el equilibrio del tambor y la configuración correcta juegan un papel clave, aplicar un par de trucos puede transformar por completo el ruido, las vibraciones y hasta la durabilidad del equipo.
La importancia de una nivelación perfecta
El motivo más común del ruido exagerado al centrifugar es una mala nivelación. Aunque la lavadora parezca estable en reposo, basta una ligera inclinación para que, al girar a altas revoluciones, el tambor pierda equilibrio y todo el conjunto empiece a vibrar de forma excesiva. En el día a día, se traduce en golpes secos, desplazamientos milimétricos del aparato o ese temblor constante que se oye en toda la casa.
La solución pasa por ajustar una a una las patas roscadas hasta que el aparato quede totalmente estable. No vale hacerlo “a ojo”. Lo ideal es usar un nivel de burbuja apoyado primero en la parte frontal y luego en los laterales, asegurándose de que no haya ningún balanceo. Tras ajustar, conviene bloquear bien las patas para evitar que se desplacen con los ciclos repetidos.
Comprobar el estado de los amortiguadores
Los amortiguadores son los encargados de controlar el movimiento del tambor cuando gira a gran velocidad. Con el tiempo o por el uso intensivo, pueden perder firmeza, lo que provoca que el tambor oscile más de la cuenta. En Samsung, cuando empiezan a ceder, lo habitual es notar un traqueteo irregular incluso con cargas normales y ropa bien repartida.
Aunque su sustitución ya entra en territorio técnico, sí es posible hacer una revisión básica. Presionando el tambor hacia abajo con la mano, se debe notar una resistencia firme y un retorno lento, sin rebotes bruscos. Si baja y sube casi sin oposición, es una señal clara de desgaste. A veces, solo detectar esto a tiempo evita que el problema vaya a más y termine afectando a otras piezas.
Calibrar el tambor para recuperar el equilibrio
Muchas lavadoras Samsung incluyen un modo de calibración pensado para reajustar los sensores internos de equilibrio. Esta función poco conocida permite que la máquina vuelva a “aprender” cómo debe comportarse el tambor durante el centrifugado para minimizar vibraciones.
El proceso suele hacerse con la lavadora vacía, activando la combinación específica de botones indicada en el manual. Durante unos minutos, el tambor gira a distintas velocidades mientras el sistema se reajusta. No es una varita mágica, pero sí ayuda mucho cuando el ruido aparece tras una mudanza, una reinstalación o después de mucho tiempo de uso sin recalibrar.
Usar los modos silenciosos y elegir bien los programas
Samsung suele incorporar modos silenciosos o nocturnos que reducen la velocidad máxima del centrifugado o ajustan la aceleración del tambor. Son perfectos para pisos donde cualquier vibración se transmite al suelo o a las paredes. Es cierto que la ropa sale un poco más húmeda, pero a cambio el ruido baja notablemente.
También influye mucho el programa elegido. Ciclos muy agresivos con poca carga son una receta segura para las sacudidas. Siempre que sea posible, conviene usar programas adecuados al volumen real de ropa y evitar centrifugados máximos cuando no resulta necesario.
Uno de los fallos más habituales es instalar la lavadora sobre superficies inestables o ligeramente flexibles, como tarimas flotantes muy finas o muebles base no diseñados para soportar vibraciones. Otro clásico es dejar objetos sueltos detrás o debajo que, cuando la máquina vibra, empiezan a golpear aportando un ruido extra que se confunde con una avería.
También es importante asegurarse de que los tornillos de transporte han sido retirados completamente tras la instalación. Aunque parezca un despiste imposible, más de una lavadora ruidosa sigue funcionando con alguno puesto, lo que bloquea parcialmente el movimiento del tambor y provoca vibraciones anómalas.
Aplicando todos estos ajustes, la mayoría de las lavadoras Samsung recuperan un funcionamiento sorprendentemente silencioso. No hace falta desmontar nada ni llamar al servicio técnico: basta con tratarla como lo que es, una máquina de alta precisión que necesita estar bien equilibrada y configurada para trabajar sin hacerse notar.
Imágenes | Samsung con edición
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