Sin cables ni agujeros, así he puesto luces en la cocina y el baño que se encienden solas (y ya no me doy golpes)

Puede que alguna vez te haya pasado lo mismo: levantarte a medianoche, a oscuras, con poca luz en casa, y acabar dándote un golpe al ir al baño o a la cocina. En mi caso, lo he solucionado de una forma sencilla: ahora la luz se enciende sola.

Tenía claro que contar con un sistema de iluminación automática podía ser muy útil, sobre todo para algunas personas en casa. El problema era que no quería complicarme con instalaciones eléctricas ni pasar cables por todas partes, así que opté por una solución práctica y sin líos.

Por muy poco dinero, y sin necesidad de hacer agujeros ni tocar la instalación, he colocado luces que se encienden solas cuando lo necesito. No dependen de Wi-Fi ni Bluetooth, así que funcionan de forma totalmente independiente.

Lo que hice fue colocar tiras LED con sensor de movimiento en puntos estratégicos de la cocina y el baño. Funcionan con baterías recargables (hablaré luego de su duración) y se pueden programar para que se enciendan solo cuando detectan movimiento y hay poca luz ambiental.

Así, si ya tengo las luces encendidas o entra claridad del exterior, las tiras no se activan, lo que además ayuda a alargar la vida de la batería.

Ese era precisamente mi mayor temor: que la batería durara poco. Pero me ha sorprendido gratamente. Con un uso normal, y configuradas para encenderse solo cuando detectan presencia y está oscuro, aguantan cerca de dos meses. Y cuando toca recargarlas, basta con conectarlas al mismo cargador USB-C del móvil.

Otro punto a su favor es lo fácil que es instalarlas. No hacen falta herramientas: se pegan con adhesivos magnéticos, se colocan donde quieras y, si cambias de idea, se quitan sin dejar marcas. Así de simple y cómodo.

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