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El estado actual de la domótica y las innovaciones que están por venir

El estado actual de la domótica y las innovaciones que están por venir
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Una de las ramas tecnológicas más importante que promete mejorar nuestras vidas dentro de la vivienda es la domótica. Concebida para integrar objetos cotidianos y tecnología, desde hace años se perfila como una ayuda para nuestras tareas domésticas mejorando nuestro día a día.

Sin embargo, da la impresión de que la domótica está aún en un proceso inicial de desarrollo, del que todavía no es capaz de salir para acercarse al gran consumidor. ¿Es esto real?, ¿cuál es el estado actual de la domótica?, ¿cómo evolucionará?, ¿qué tendremos de aquí a unos años?

Un mar de estándares y complejidad

Hace un par de décadas, cuando parecía que la domótica iba a comenzar a dar el salto definitivo a nuestras viviendas, uno de los principales impedimentos era la baja capacidad de procesamiento de sus elementos técnicos y la dependencia de interconexiones cableadas.

Esta situación ha sido ampliamente superada en la actualidad y prácticamente cualquier elemento domótico cuenta con unas tremendas capacidades de cálculo y sistemas de comunicación inalámbricas de alta velocidad que permiten su integración y utilización en cualquier parte del hogar.

Ahora mismo ya podemos instalar en casa multitud de elementos controlables desde terminales móviles o a través de Internet, como por ejemplo bombillas, interruptores, televisores, equipos de sonido, persianas, cerraduras, grandes y pequeños electrodomésticos, sistemas de climatización, de riego, de vigilancia remota, etc.

Además, podemos programar diferentes acciones fijas que sucedan según un horario concreto o incluso hacer que reaccionen de un determinado modo a un estímulo o señal externa gracias a los clásicos sistemas condicionales IFTTT (If This Then That).

Sin embargo hay algo que aún no hemos conseguido: tener todos los elementos domóticos arropados bajo un mismo estándar. Aunque la mayoría de fabricantes intentan que sus productos puedan operar entre sí con la mayor parte de equipos del mercado, la realidad nos confirma que es casi imposible incorporar todas las formas de conectividad posible (las más populares son Bluetooth, WiFi, ZigBee o Z-Wave) y si lo hacemos el precio del hardware se dispara.

Además, cada elemento utiliza su propio sistema operativo y aplicaciones propietarias lo que nos dificulta la tarea y nos obligan a comprar productos de la misma marca y gama tecnológica.

Para resolver estos problemas será necesaria la creación e implantación de un nuevo estándar universal que pueda ser adoptado por todos los fabricantes, en todas sus creaciones, como por ejemplo el propuesto por ZigBee en su versión 3.0, que ayude a reducir la enorme complejidad actual de la mayoría de sistemas domóticos.

Domotica

Y es que este es justo el segundo gran problema de la domótica actual. Para poder instalar uno de estos sistemas completos hay que tener unos amplios conocimientos técnicos que quedan fuera del alcance del usuario medio. Éste se ve limitado, como mucho, a instalar y configurar elementos más sencillos como enchufes inteligentes o sistemas de iluminación, pero por lo general no es capaz de montar un sistema completo de control integral del hogar.

La reducción de esta complejidad llevará a la adopción masiva de los sistemas domóticos y con ello a la reducción de costes y a la incorporación de cada vez más tecnología y prestaciones en los equipos.

Un control unificado y humanizado

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Precisamente el control de los sistemas domóticos es una de las claves para su despegue definitivo. En la actualidad la mayoría de equipos se manejan a través de mandos a distancia o interfaces informáticos. Cada vez con más frecuencia se utiliza el smartphone o tableta como sistema de control, aunque una vez más nos encontramos con el problema de la falta de homogeneidad de sistemas operativos y aplicaciones.

¿El siguiente paso? Pues parece que los fabricantes apuestan que será el control gestual, ya sea realizado con las manos, dedos o incluso con los gestos de la cara. Sin embargo, por muy precisos que sean estos sistemas no parce que cuenten con la aprobación del gran público, que más allá del asombro e interés inicial parece preferir los sistemas tradicionales.

La situación se complica si somos varios usuarios en casa los que queremos usar el control gestual, ya que entonces los sistemas actuales todavía no son capaces de ofrecer una detección sin fallos. ¿Qué se puede hacer?, ¿cuál será el sistema de control que revolucionará la domótica?

Pues la otra gran apuesta pasa por el reconocimiento de voz. Sistemas como Siri en iOS, Google Now en Android o Cortana en Windows Phone ya han demostrado las bondades de este tipo de control para la telefonía móvil y es sólo cuestión de tiempo (poco, esperemos) que se implanten de forma masiva en la domótica.

Sin embargo, aún estamos por lo menos a unos 10 años para que este tipo de sistemas domóticos de reconocimiento vocal puedan entender con un grado de acierto aceptable el lenguaje natural humano y reaccionar correctamente a órdenes dictadas dentro de frases y conversaciones complejas.

Un nuevo asistente digital robótico

Robot Cocina

Cuando logremos esta comprensión del lenguaje natural asistiremos al siguiente paso lógico de la domótica, la creación e implantación de asistentes centralizados que gobiernen nuestros hogares hiperconectados.

Los primeros asistentes digitales serán virtuales. Vivirán dentro de los sistemas informáticos y se comunicarán con nosotros por medio de interfaces gráficas más o menos complejas. Serán capaces de controlar todos los elementos domóticos del hogar, de seguir nuestras instrucciones e incluso de detectar nuestros estados de ánimo y actuar en consecuencia.

Pero la gran revolución vendrá de la mano de un nuevo desarrollo de los asistentes digitales robóticos. Para su llegada tendremos que esperar aún más tiempo, por lo menos unos 15 o 20 años, pero supondrán el salto definitivo de la domótica a los hogares.

Los primitivos modelos de robots acompañantes actuales darán paso a nuevos formatos de máquinas inteligentes que se moverán con soltura por nuestras casas atendiendo nuestras órdenes y necesidades. Empresas como Honda o Toshiba ya trabajan en prototipos que esperan lleguen al mercado en la próxima década, con aspectos cada vez más humanos.

Sin embargo, estos asistentes robóticos volverán a enfrentarse al problema de la complejidad humana. Desenvolverse adecuadamente en nuestras viviendas, comprender las situaciones que les rodeen y nuestras órdenes contextualizadas será una tarea muy complicada para cualquier sistema informático y requerirá dar un nuevo salto en Inteligencia Artificial.

Para ello ya se está trabajando en la creación de nuevas redes de comunicación específicas para máquinas, como RoboEarth, que quiere convertirse en un depósito de conocimiento en la nube para máquinas o como RoboHow, un sistema con el que se pretende que los robots del mundo puedan aprender a realizar tareas cotidianas humanas gracias al conocimiento compartido.

¿Cuánto tardaremos en ver uno de estos sistemas robóticos en nuestras casas? Pues todavía falta tiempo, quizá varias décadas. Lo que si es cierto es que la domótica no para de evolucionar y aunque aún están en una fase muy incipiente, las enormes ventajas y posibilidades que nos ofrecerá en su adolescencia y madurez hacen que merezca la pena seguirle la pista a tan interesante tecnología y que vayamos familiarizándonos con la instalación y uso de sus sistemas actuales, ¿no creéis?

En Espacio Prosegur

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