Samsung ha aprovechado el CES 2019 principalmente para mostrar dos de sus nuevas tecnologías de televisores: las pantallas Micro LED todavía fuera del ámbito domestico y sus flamantes modelos QLED con resolución 8K con los que quiere ponerse en cabeza de las gamas altas este nuevo año.
Estos últimos son una revisión de los televisores que la marca ya comenzó a vender a finales del año pasado y que tuvimos la oportunidad de analizar en profundidad pero que en la próxima temporada llegarán con algunas mejoras en prestaciones y tamaños.
La nueva gama Q900R 8K (este es el nombre que tenían hasta ahora pero en el CES se rumoreó que podría cambiar ligeramente en los nuevos modelos) llegará en 2019 con la tan ansiada compatibilidad con HDMI 2.1 y la posibilidad de reproducir desde estos puertos contenidos 8K a 60 fps (cuando estén disponibles), algo que no sé hasta qué punto resultará útil en el medio plazo puesto que no hay reproductores ni formatos ópticos compatibles con esta resolución.
Pero quizá el paso más importante de la gama lo veamos en relación a los ángulos de visualización, que comentaron serán mejores que los de la gama actual y en el tamaño de sus paneles, que abandonan las hasta ahora tradicionales 55 pulgadas y se pasan a dimensiones estratosféricas teniendo como versión más "modesta" las ya clásicas 65 pulgadas, siguiendo por un modelo de 75 pulgadas, otro de 82 pulgadas (en el mercado estadounidense), uno de 85 pulgadas y el sorprendente televisor de 98 pulgadas con un brillo de 4.000 nits que se mostró en el stand de la marca durante la feria.
Por supuesto, como ya suele ser habitual en este tipo de eventos, no se han dado fechas ni precios pero teniendo en cuenta que el actual modelo de 85 pulgadas cuesta unos 15.000 dólares, podemos hacernos una idea de cuánto costará hacerse con la pantalla de 98 pulgadas.
Vía | WhatHiFi | FlatpanelsHD
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