Bueno, yo no sé si bebería cerveza de un botellín cúbico por ahorrar espacio y poder guardar otras cosas en la nevera, pero sí para que cupieran más cervezas, que cuando se juntan mis amigos, siempre se acaban las frías antes de tiempo.
Y es que ahorrar espacio, es también ahorrar energía, así que embalajes pensados para ocupar el mínimo espacio como estos botellines de cerveza con forma de cubo harían que fueran necesarias neveras más pequeñas, y por ende, más eficientes energéticamente.
Estos en concreto son un prototipo del diseñador industrial francés Petit Romain, cuya mayor virtud es que pueden ser apilados y, a diferencia de los botellines tradicionales, aprovechan al máximo su envolvente para ofrecer el mayor volumen en el menor espacio posible.
La pega que les veo es que beber cerveza de estos botellines no parece la experiencia más agradable del mundo. A lo mejor podría idear un diseño en el que el cuello emergiera del cubo, y para poder apilarlas, que hubiera un machihembrado en la parte inferior, de forma que no se desperdiciara mucho más espacio.
No tengo nada claro que una idea así cuaje realmente, porque tampoco deben de ser demasiado cómodos de coger, pero estos botellines de cerveza cúbicos son un buen ejemplo de cómo un diseño racional puede ahorrar mucho espacio y, por tanto, mucha energía, desde el transporte hasta en nuestra nevera.
Vía | Compradicción
Más información | Petit Romain en Behance
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