Así es como se pone al día un cine en casa «hipergaláctico»

Theo Kalomirakis es un tipo afortunado. Es una de esas personas que tienen los recursos necesarios para disfrutar su pasión, que, en este caso, es el cine en casa, hasta sus últimas consecuencias. Este cinéfilo estadounidense, pero de origen griego, es muy conocido en el foro especializado AVS por tener uno de los mejores equipos de cine en casa que el dinero puede comprar hoy en día. Y, para más inri, acaba de actualizarlo.

Al final del post os dejo una entrevista realizada por Scott Wilkinson, uno de los miembros más ilustres del foro AVS, en la que Kalomirakis nos ofrece algunas pistas interesantes acerca de su instalación (desafortunadamente no está subtitulada en español). También tenéis una galería con varias fotografías muy ilustrativas del equipo de este apasionado del cine en casa, aunque puedo adelantaros algunos de los «ingredientes» que han hecho de esta instalación el sueño al que aspiran muchos aficionados.

En su última actualización del Roxy 2.0, que es como llama a su cine doméstico, Kalomirakis ha sustituido su «antiguo» proyector M-Vision Cine LED 1000 por un estupendo SIM2 Superlumis que incorpora tres chips DLP y tiene un brillo de 5.000 lúmenes ANSI (una especificación interesante para cine en 3D); su pantalla Stewart Filmscreen Cinecurve Studiotek 130 por una Vutec Vision X DynaCurve FT que es más transparente desde un punto de vista acústico, y también ha instalado el nuevo y más sofisticado procesador de sonido envolvente de Krell, el Foundation, que es capaz de lidiar con contenidos 4K/UHD.

No sé cuánto puede costar este equipo porque hay componentes que no conocemos (como las cajas acústicas y la amplificación), pero seguro que mucho. Afortunadamente, es perfectamente posible montar un muy buen equipo de cine en casa afrontando una inversión muy razonable. Probablemente no será tan espectacular como el de Kalomirakis, pero tampoco es imprescindible que lo sea. Contemplar equipos como este es como admirar superdeportivos en las páginas de una revista de coches: la mayor parte de nosotros probablemente nunca los tendremos, pero observarlos unos instantes nos ayuda a imaginar las sensaciones que experimentaríamos si cayesen en nuestras manos.